Tras realizar una celebración religiosa a un costado de donde fue el accidente oró por la recuperación de las personas que aún están en hospitales
Mary Jose Díaz / F&S
El Arzobispo de la iglesia católica, Fabio Martínez Castilla, exhortó a las autoridades para que se realice una investigación seria y profunda sobre el tráfico de migrantes; al considerar que hay que ir a las raíces, porque si no, no habrá solución y en las raíces se van a encontrar corrupción y quiénes son los que se benefician de la paga con el tráfico de personas.
En una misa en la que expresó su cercanía espiritual con las familias que perdieron algún ser querido en el accidente del tráiler, Martínez Castilla, pidió por el eterno descanso de los 56 indocumentados muertos en el accidente que se suscitó el pasado nueve de diciembre.
La celebración se realizó a un costado de donde se impactó el tráiler con cerca de 200 inmigrantes, en la colonia “El Refugio”, mismos que eran transportados desde la frontera entre México y Guatemala, para lograr el sueño americano, pero lamentablemente fallecieron antes del lograrlo.
De acuerdo a un comunicado de prensa en esa Eucaristía también se oró por la pronta y completa recuperación de los que resultaron heridos, que no se han recuperado y por las familias que recibieron este duro golpe.
Martínez Castilla, expresó que Dios recoge todo este sufrimiento y no es indiferente ante el dolor de estos hermanos: Dios consuela y ayuda del que sufre. Dios está con el pobre. El Señor Jesús resucitado es quién nos ilumina y nos da la certeza de que nuestros hermanos han sido acogidos en la presencia del Señor, pues Él cumple su palabra: “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque muera vivirá”.
Resaltó que más allá de la tristeza que toca nuestra experiencia humana, pide poner la confianza en Dios y proclamar que nuestra vida siempre está en las manos de él.
Recordó que todos somos invitados, desde el más pequeño hasta el presidente de la República, a amar y cuidar la vida, a respetar la dignidad y la vida de toda persona, de la nación de donde sea y de la edad que tenga.
“También somos invitados, nosotros como chiapanecos y mexicanos, a ser solidarios con el hermano migrante y también el migrante es invitado a ser respetuoso con la dignidad de la persona local”, puntualizó el jerarca católico.