Abigail A. Correa Cisneros / F&S
Caravanas migrantes a punto de desbordarse en México
· Connacionales que viven en situaciones de violencia, están huyendo a Estados Unidos
· Hasta el momento el gobierno mexicano no expone solución alguna
La pandemia de Covid-19 que comenzó hace dos años no ha frenado en su totalidad las migraciones.
México sigue siendo el puente hacia una mejor vida para muchos sudamericanos, lo mismo que para ciudadanos de Asia y África. En el último año incrementaron las solicitudes de asilo. Solo este año se recibieron 108.195 peticiones, según datos de la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar).
Esta cifra representa tres veces más la cantidad del año anterior, que fue de 41 mil trámites, aproximadamente. Solamente se han resuelto 31 mil 787 casos en lo que va del año. Los migrantes huyen de la crisis que aqueja en sus países, como es el caso de Haití, de donde provienen la mayoría, debido a la pobreza extrema. También llegan de Honduras, Cuba, El Salvador, Chile, Venezuela, Guatemala, Brasil y Colombia.
Mexicanos que viven en situaciones de violencia derivada del crimen organizado, están huyendo a Estados Unidos. En este sentido, también nuestro gobierno debe atender las necesidades que se generan debido a este problema que, en zonas de Guerrero, Zacatecas, Guanajuato, Chiapas, por mencionar unos cuantos, están expulsando a pueblos enteros de sus hogares.
El problema se va acrecentando sin que hasta el momento el gobierno mexicano exponga soluciones palpables. En cambio, los grupos delictivos ven en la migración una manera más de obtener ganancias a costa de vidas. Más de 70 mil personas han sufrido vejaciones en la última década, muchos fueron víctimas de tratantes y secuestros.
El “Informe Especial sobre la Situación que Guarda el Tráfico y el Secuestro en perjuicio de las Personas Migrantes en México 2011-2020”, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), detalla que de 2018 a 2020 hubo 49 denuncias por secuestro.
En cuanto al tráfico ilícito se reportaron 428 víctimas en los mismos años. Estos datos son conocidos por las dependencias gubernamentales, pero existen más casos que no se denunciaron.
La crisis migratoria resalta también por el caso de menores que se incrementó de 380 casos a 3500 en solo tres meses, según datos de las Naciones Unidas. Los niños son encontrados solos, sin familiares, agotados por la travesía y con miedo. Son expuestos a la explotación, violencia, a ser reclutados por el crimen organizado.
UNICEF destaca que, en muchos albergues mexicanos, los niños, niñas y adolescentes representan al menos el 30% de la población migrante. Es alarmante que México sea un país de origen, tránsito y retorno para estos niños, niñas y adolescentes migrantes, provenientes, la mayoría, de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Mientras no se atienda la desigualdad, el desempleo y la falta de oportunidades en estos países, seguiremos viendo en México como recrudece este problema.