F&S
Acala significa en lengua Náhuatl Lugar de Canoas, debido a que en este pueblo milenario se fabricaban desde tiempos inmemoriales magníficas Canoas que eran utilizadas para el transporte de personas y de mercancías a lo largo de esta Ruta del Río. El invento del maíz y su combinación con la calabaza, el frijol y el chile fueron la base para que los pueblos pasaran de una vida nómada en busca de su alimentación a la posibilidad de establecerse de manera más permanente en un solo lugar y desarrollar desde ahí sus potencialidades económicas, con los significados y representaciones espirituales y culturales que son la admiración de propios y extraños.
A la fertilidad primigenia de las tierras y aguas de Acala, hay que agregar la humedad y el agua que le proporciona su cercanía al gran río, por lo que es muy probable que sus antiguos habitantes hayan participado en el desarrollo temprano del invento del maíz –ya que México y Chiapas, son Tierra Cuna de este sagrado alimento, que actualmente es el segundo que más se consume en el mundo-. Planta de origen acerca de la cual hace falta mucha investigación, cuya utilidad no solamente se debe a su valor histórico, sino al Germoplasma o base genética que podría aún estar presente en las variedades antiguas de ese apreciado grano, plasma que sobrevive hasta la fecha, en las especies que llaman que popularmente Elotillo y Maíz Criollo.
Durante la formación de la Ruta Comercial de Mesoamérica a través de los períodos Olmeca, Tolteca, Zoque, Maya, Mankeme y Azteca –desde hace más de tres mil años, hasta la conquista europea de 1528- el territorio de Acala con sus distintas fases de ocupación por dichos grupos humanos, ya estaba ahí con sus aportes a esa cultura de alta civilización –una de las seis Culturas Madre de la antigüedad en el mundo-, como se puede observar en la cerámica, en las piezas labradas en piedra y en estudios de arqueología publicados acerca de esta porción de la cuenca del Río Grande de Chiapas, como era nombrado antes de la época colonial.
Es importante reconocer que muchos de esos elementos de la identidad y cultura agrícola de este pueblo, hunden sus raíces en las aportaciones de diversas culturas –parientes cercanas entre sí- que durante miles de años han vuelto humano este territorio. Así, es posible apreciar con una mirada diferente la correlación que existe entre los ciclos de la agricultura con los rituales y las celebraciones en los Lugares Sagrados de Naturaleza y en los templos religiosos, a manera de nuevas fusiones y síntesis de creencias que comenzaron a practicar los pueblos, guiados por los primeros evangelizadores católicos del siglo XVI.
En ese tenor, es probable que el espíritu guerrero de los Mankeme –llamados Indios Chiapa después de la conquista- le encontraron su correspondiente en el soldado Pablo de Taso, que una vez convertido pasó a ser uno de los más destacados promotores del cristianismo. Lo mismo puede decirse de la advocación a la Virgen María de La Candelaria, en cuyas cualidades es probable que hayan sido incluidas, las de la Mujer Sacerdotisa Mankeme que dirigía la guerra desde un estrado ambulante, según la descripción del cronista Bernal Díaz del Castillo.
Desde la Monografía de Acala. Un pueblo y su gobierno, coordinada por el Lic. Ángel Robles Ramírez a partir del Centro de Investigaciones Humanísticas de Mesoamérica y del Estado de Chiapas (CIHMECH-UNAM) en 1991, cada que nos ha sido posible, nos hemos hecho presentes para continuar con la tarea de promover el diálogo y la difusión de saberes populares y científicos, conforme creemos que deberían practicar los institutos y universidades, para el servicio de las sociedades a las que nos debemos.
Con un afectuoso saludo para las y los celebrantes de la Fiesta Patronal de la Virgen de La Candelaria en Acala, Chiapas.
Por la pastoral social de la Parroquia de San Pablo Apóstol: Ariosto Molano Yuca y por el Grupo Cultural Nueva Jobel: Jesús Manuel Hidalgo Pérez