Investigación de la UNICACH determina su flora de acompañamiento
F&S
Un grupo de investigadores dirigido por Sergio López Mendoza, del Laboratorio de Ecología Evolutiva del Instituto de Ciencias Biológicas (ICIBIOL) de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) determinó la importancia del Árbol Ramón (Brosimium alacastrum) en la Selva Lacandona de Chiapas.
Durante la bienvenida al “V Foro Sobre el Aprovechamiento del Árbol Ramón. Asociaciones Ecológicas del Árbol Ramón y el Tren Maya”, Javier Velázquez Moctezuma, director científico, ambiental y cultural del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) destacó que esta especie tiene importancia especial en el proyecto socioeconómico que implica el Tren Maya, por lo que han recurrido al conocimiento de los expertos.
“Es una alternativa viable para tener una opción alimentaria para que México deje de importar granos al extranjero. Puede ser y es una alternativa alimentaria, alternativa en la lucha contra el cambio climático por su capacidad de captar CO2 y por sus virtudes de mejorar los suelos, y por producir productos que tienen una actividad medicinal reportada por diferentes comunidades”.
La ponencia “Don Ramón y sus vecinos en la Selva Lacandona”, pronunciada por López Mendoza, se realizó como parte del foro convocado por la Universidad Intercultural de Chiapas en colaboración con dependencias federales.
En ella, adelanta algunas de las observaciones obtenidas del monitoreo de la Selva Lacandona, que se realiza en colaboración con la Comisión Nacional para el Aprovechamiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y Universidad de Stanford.
Al Árbol Ramón, “solamente lo encontramos en sitios donde la vegetación está conservada y tiene más especies. Entonces podría parecer, al menos en esta parte de la Selva Lacandona, como un indicador de la calidad del ambiente, cosa que podemos analizar más adelante”.
Los árboles que suelen acompañar al Ramón son Brosimum lactescens, Ceiba pentandra, Dialium guianense, Eugenia acapulcensis, Manilkara chicle, Poutteria durlandii, Protium copal y Sebastiana longicuspis.
Lo que sigue en esta investigación, dijo el profesor, es analizar la relación entre especies animales y vegetales, evaluar el efecto del ambiente (cobertura de selva) en estas relaciones y relacionar la asociación de especies con la productividad.
Al contestar preguntas de la audiencia, aclaró que los lacandones aprovechan los frutos del árbol, en algunos casos las hojas para forraje de ganado; la corteza la utilizan como medicina para “el dolor de barriga” y en general “tienen estrategias de manejo de bajo impacto que podemos considerar sustentables”.
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