El histórico fallo, que certifica que el exsecretario de Seguridad trabajó para el cártel de Sinaloa durante casi 20 años, aumenta la presión sobre el expresidente Calderón y concede más gasolina a López Obrador contra la alianza opositora.
El “culpable” leído este martes por un juez de Nueva York contra Genaro García Luna va mucho más allá de la primera condena en EE UU contra un alto exfuncionario mexicano por corrupción y vínculos con el narcotráfico. La caída del máximo jefe de la policía y señor de la guerra contra las drogas durante el Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) impacta de lleno a la política mexicana y abre la puerta a un terremoto que amenaza con sacudidas en todos los frentes.
El histórico veredicto, que certifica que García Luna trabajó a sueldo para el cártel de Sinaloa durante más de 20 años, aumenta sobre todo la presión en torno al expresidente Calderón, cada vez más acorralado y con más dificultades para seguir sosteniendo que nunca supo nada de los negocios oscuros de su hombre de confianza. El desgaste del último expresidente panista arrastra también a su partido y, de rebote, al resto de la alianza opositora -PRI y PRD- que han optado por mantener hasta ahora un elocuente silencio.
