Mary Jose Díaz / F&S
*”Constuyendo el Futuro” sin resultados
*”Sembrando Vida” no cumple objetivos
La diputada federal Lorena Piñón Rivera cuestionó los resultados del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” que no cuenta con un registro oficial del destino que han tenido los becarios y es que el programa es opaco y sin ninguna medición oficial de los resultados. Mientras que el Coneval reveló que el programa “Sembrando Vida”, tampoco ha cumplido con los objetivos por falta de planeación y porque el Ejército Mexicano no ha dotado de la cifra de árboles que tenía que entregar en cuatro años.
La dinámica del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, establece que jóvenes entre 18 y 29 años son capacitados por un año, con el propósito de que al culminar este periodo cuenten con mayores aptitudes y posibilidades de incorporarse a una plaza de trabajo, pero las cifras o no se registran o se ocultan por resultados vergonzosos, confusos y hasta contradictorios, pues no hay manera de comprobar la eficacia del mismo debido a que un alto porcentaje de los negocios solo cobran las becas y no enseñan nada.
Específicamente en este programa en julio pasado el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas registró, con base en datos oficiales, que en Veracruz se tenían 173 mil 293 beneficiarios, pero un mes después el propio subsecretario federal del Trabajo, Marath Bolaños López, aseguró ante la presencia del gobernador Cuitláhuac García, que “desde el inicio de operación del programa, en la entidad veracruzana se apoyaron a 237 mil jóvenes”. Es decir, en un mes aparecieron 63 mil beneficiarios más, lo que es casi imposible.
Este programa es una gran idea, porque permite que exista un ingreso para quienes no estudian ni trabajan, pero lo ideal es que al concluir la beca consiguieran un empleo, sin embargo no es así, lo que ventila que es un programa que no está funcionando pese a que faltan 200 mil jóvenes para cumplir con la meta de incorporar 2.3 millones de personas en el sexenio.
El problema es que no hay un registro oficial de que esos 2.1 millones de aprendices actuales hayan conseguido empleo. Y es que desafortunadamente muchos mexicanos encontraron su modus vivendi de este programa pues los negocios no tiene que estar registrados ante la Secretaría de Hacienda, de tal forma que micronegocios inventados se supone capacitan a jóvenes, que en realidad no aprenden nada porque los dueños de las “empresitas” solo han encontrado un modo de vida.
En este espacio han sido denunciados muchos vivales que se dedican a tener becarios a los que les cobran hasta 2500 pesos de la beca de los 5,258 pesos que reciben mensualmente, es decir casi el 50 por ciento va a parar a manos de defraudadores que solo abren los negocios cuando llega supervisión y otros funcionarios involucrados en las altas. En fin, como este negocio muchos más, que provocan que el programa sea un fracaso.
Ante tal situación es necesario que la Secretaría del Trabajo Federal realice una evaluación contundente acerca de la eficiencia terminal del mismo, y de ser factibles los resultados perfeccionar la operación del programa”, de lo contrario desaparecerlo, pues son recursos tirados a la basura.
En cuanto al Programa Sembrando Vida a cuatro años de que se puso en operación Coneval exhibe sus deficiencias generadas por la falta de planeación y de sustento de metas. Ausencia de supervisión técnica y sobre todo, ante el incumplimiento de la Sedena en la entrega de 100 millones de árboles que era la meta y que no se ha logrado ya que las estadísticas de este consejo marcan que se entregaron solo 37 millones, lo que no corresponde a las metas establecidas