Irma Ramírez Molina / F&S
Sin mayores sorpresas, el Partido del Trabajo (PT), cambió el fin de semana a su dirigencia, dejándolo en manos del joven Amadeo Espinosa Trujillo, y al parecer lo único que le vale es que es hijo de Amadeo Espinosa Ramos, eterno militante del PT, quien también ya fue líder y de los pocos que integran el grupo de este instituto, donde se reparten los puestos de elección popular.
Sin embargo, hicieron toda la faramalla, es decir, todos los delegados municipales del PT votaron de manera unánime por este personaje, que brincó a la palestra, cuando se dio a conocer la boda tan suntuosa que llevó a cabo hace un tiempo.
Y ahora bajo el argumento de “relevo generacional”, ponen los destinos de este partido que recibirá anualmente 16 millones 619 mil 389.86 pesos en manos de este joven, pues ahora son los hijos de quienes han sido líderes, los que están siendo favorecidos, borrando de un brochazo a los demás militantes del PT que sí existen.
Basta recordar que, como diputada del PT, tienen a Elvira Catalina Aguiar Álvarez, mejor conocido como “Katy”, quien recibió el cargo de manos de su mamá, legisladora saliente Sonia Catalina Álvarez.
Este partido que ha estado en varias ocasiones a punto de desaparecer, se le debe reconocer la capacidad que tiene para amoldarse con el partido en el poder y convertirse en un rémora, pues la dirigencia no pasa de dos o tres familias que dan vuelta e incluso una de ellas tiene el “monopolio” de las guarderías, ya que todos los cursos, diplomados, entre otros, es enviada la esposa del petista Hugo Robledo.
Lo peor es que las cosas no pintan para cambiar dentro de este partido creado en su momento por maestros en su mayoría; aunque dicen ahora tener presencia en 90 municipios de Chiapas, hacen lo mismo que los demás partidos políticos, no hay diferencia alguna, pues un sólo grupo concentra el poder y se lo pasan entre ellos, olvidando a la militancia, a la que recuerdan sólo en procesos electorales, y si no ha desaparecido el PT es porque hay que reconocerle que ha sabido hacer alianzas que le permiten seguir vivo, porque si fueran solos, hace mucho ya no existirían.
BASE DE DATOS…-
En el “relevo generacional” del PT, hubieron «juveniles» figuras chiapanecas como Alfredo Araujo Esquinca que llegó al PT bajo el cobijo de su eterno líder moral, Roberto Albores Gleasson y Roberto Jiménez Alegria: tronco de relevo, diría cierto compañero.*
#Amadeito hizo lo que nadie: que rodara una lagrima de cocodrilo en la tersa y prieta mejía del curtido líder magisterial, social y político, Amadeo Espinosa Ramos cuando al final de su discurso, le dedicó palabras de agradecimiento, por el mérito de haber ganado la dirigencia que le heredaba, justo cuando todos pensaban que lo iba a ignorar olímpicamente: nadie dijo que fueran de orgullo, sino de dolor, porque ahora sí tendrá que irse a su casa.*
Pero PT tuvo al menos a la plana mayor de la alianza que ganó la gubernatura, porque en Morena, se sintió el frío que cala los huesos por la ausencia: nadie acuerpó al derruido Carlos Molina que volvió a a creerse el gran líder que nunca fue y que ya no será.*
En cambio, todos perfilan a Fernando Bermúdez como una pieza clave en la política que saldrá desde Palacio de Gobierno, como emisario de un solo mensaje político que debe llegar a las bases: ser de todos, para ser de nadie.*
El que anda como desesperado es el diputado federal Guillermo Santiago, luego de que en redes le han recordado el rechazo rotundo que tuvo hacia el gobernador, Eduardo Ramírez cuando este era aspirante y ahora se pone de alfombra a la menor provocación.*
En Chiapas inició la entrega de las becas Rita Zetina, donde el coordinador estatal, Marcelo Toledo Cruz, dijo se están llevando a cabo las pruebas pilotos a los servidores de educación para ultimar detalles de la capacitación para hacer posible la entrega de estos apoyos al alumnado. Aquí en la entidad serán beneficiadas 2 mil 893 escuelas.*