Mary Jose Díaz / F&S
Tras el fracaso de las caravanas de migrantes haitianos y de otras nacionalidades este lunes reiniciaron las protestas en el centro de Tapachula y frente a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados – Comar- para exigir el libre tránsito y que el Instituto Nacional de Migración (INM), evite la tardanza en entrega de citas, regularizaciones y demás documentos para poder seguir su camino hacia el norte o centro del país.
Un grupo de indocumentados con mantas y pancartas exigieron a las autoridades federales los dejen abandonar la Frontera Sur de México, esto tras la disolución de cuatro caravanas, la última de ellas denominada “Unidos por la Libertad” que partió el sábado por la mañana y que fue contenida por el Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional.
La manifestación se repitió hace dos semanas poco antes del éxodo, que alcanzó cuatro caravanas mismas que fueron disueltas por acciones gubernamentales tras el aseguramiento de algunos migrantes que no dudaron en enfrentar a las autoridades con piedras y palos.
Asimismo hicieron un llamado al gobierno federal para que se frenen los operativos violatorios de los derechos humanos, en donde participa personal del Inami con entrenamiento militar portando equipo táctico y chalecos antibalas, los manifestantes dicen que no son criminales que solo buscan mejorar sus condiciones de vida.
La población migrante se ha concentrado en Tapachula, procedente en su mayoría de Haití y han dejado claro, que huyeron de su país por las condiciones de miseria en la que viven, lo único que quieren es una oportunidad laboral en México para mejorar la situación de vida de ellos y familia, pero que al no encontrar solución a sus peticiones realizaran diversas protestas durante toda la semana en la ciudad.
Denunciaron que las caravanas han sido dispersadas con abuso de la fuerza por parte de las autoridades competentes, cuando afirman que no son delincuentes que lo único que quieren es trabajar, pero solo han encontrado agresiones. La única que los ha apoyado es la iglesia católica donde muchos se mantienen refugiados.
Otro grupo menor donde se encuentran familias completas con niños, niñas y mujeres embarazadas que escapó de la redada de la madrugada del domingo, ha decidido retornar hacia Tapachula. Aunque denuncian que en muchos casos se encuentran hacinados en cuartos de pensiones, porque no tienen otra forma de sobrevivir.
Ante tal situación anuncian que seguirán manifestándose para obligar al gobierno federal, a agilizar los trámites que les permita seguir hacia los Estados Unidos.