Promover el cultivo, la transformación, la comercialización y el consumo del café mexicano, el objetivo
F&S
La diputada Esther Martínez Romano, del Grupo Parlamentario del PT, propuso modificaciones al artículo 35 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con el objetivo de crear un nuevo Instituto Mexicano del Café.
La iniciativa establece que a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural corresponde promover el cultivo, la transformación, la comercialización y el consumo del café mexicano, a través de un ente público denominado Instituto Mexicano del Café.
Este tendrá entre sus atribuciones proporcionar asesoría técnica en los procesos de producción, industrialización y comercialización del café y sus derivados, en coordinación con las autoridades competentes, así como garantizar el acceso a financiamiento para el desarrollo de proyectos de innovación y tecnificación del cultivo de café.
Además, proponer a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la expedición de las normas oficiales mexicanas que correspondan al sector cafetalero, aunado a crear y administrar un padrón y registro de productores de café por región.
También, promover la creación de zonas cafetaleras en el país; además, gestionar ante las autoridades competentes, las solicitudes de las declaraciones de Protección de Denominación de Origen a solicitud de los productores, y alentar, en coordinación con la Secretaría de Economía, el consumo del café nacional.
El documento, turnado a la Comisión de Gobernación y Población, señala que nuestro país siembra sólo el 3 por ciento de la producción mundial de café, y exporta café verde a más de 42 países en el mundo, mientras que en el ciclo cafetalero 2016/2017, participamos con 2.1 por ciento del volumen mundial de exportaciones del grano, ocupando el lugar 12 entre los países exportadores de este grano.
Subraya que el café es fundamental para el sustento de muchos pequeños productores, el 90 por ciento de los caficultores son de pequeña escala, tienen menos de 2 hectáreas; el 65 por ciento de los centros de producción están en municipios con población mayoritariamente indígena; además, otro dato importante, el 37 por ciento de las cafeticultores son mujeres; por todo lo anterior, es primordial un cultivo social que podría ayudar a llevar bienestar y generar riqueza a algunos de los municipios más necesitados del país.
A pesar del efecto negativo que traen las plagas para la producción de café, la Asociación Nacional de la Industria del Café y la Asociación Mexicana del Café (Amecafe) pronosticaron una producción para el ciclo 2020/21 de 4 millones de sacos de 60 kilogramos; sin embargo, esta meta no se va a alcanzar debido a las lluvias intensas, la escasez de mano de obra, las plagas y los efectos dejados por la pandemia de Covid-19.
“El sector cafetero mexicano enfrenta importantes desafíos nacionales y globales que impiden su crecimiento y consolidación, uno de estos es la volatilidad de los precios mundiales del café, no es raro que el costo de producción a menudo sea más alto que el precio internacional del grano, de ahí la necesidad de buscar fomentar la creación de almacenes de depósito que permitan negociar mejores precios de su producto a los cafeticultores; lo cual, solo será posible con el apoyo de los gobiernos federal y estatales para la construcción y administración de los locales”, fundamenta la propuesta.