Carlos Rafael Coutiño Camacho / F&S
*La falsa cultura indígena
*Funcionarios
Los indígenas en Chiapas, consideran que los trajes que visten, son los originales y que permite en ese caso atender las necesidades de su tradición, sin embargo eso es incorrecto, incluso las danzas tradicionales no son las auténticas ni siquiera representan su verdadero significado.
Vamos por partes, una de las etnias que han desaparecido fue la de los Indios Chiapa, de acuerdo a los propios cronistas españoles, eran hombres de 2 metros y algunos más altos incluso, desnudos y con rostros bastante diferentes a los de México y a los de su área guatemalteca.
Se conoce hoy una de esas danzas se realizaban en ciertos puntos de lo que conocemos como montículos arqueológicos, eran escogidos y se hacía para pedir a sus dioses bendiciones para ese año, se presume que eran en el mes de febrero.
Hoy los danzantes, lo hacen con todo lo que implica el mestizaje y una conjunción del modernismo, que hace y provoca que pierda su esencia, pero su gente insiste que es la indumentaria original; usan zapares de Saltillo, ropa de otros estados, botas, los listones que emanan de la idea española, en fin, nada que ver con la originalidad.
Con los Chamulas, pasa lo mismo, por ejemplo usan lentes oscuros, listones, todo ello que nada tiene que ver con su historia, pero defienden como si se tratara de algo muy propio, incluso usan violines, arpas, guitarras y todo lo que los españoles quisieron en su adoctrinamiento.
Los de cualquier otra etnia, incluyendo a los Lacandones, se ha dado como un hecho el uso constante de velas, estas en realidad fueron introducidas por los religiosos, en Chiapas nada de lo que vemos es auténtico, todo fue una propuesta de los invasores o colonizadores según sea el caso.
Lo cierto es que no queda nada de la cultura real de los pueblos originarios, por lo que acusarlos de estarse perdiendo su folklor, gastronomía, indumentaria e incluso sus ritmos, es falso; puestos se perdieron en el devenir de los tiempos.
Hay datos que señalan los libros de Bernal Díaz del Castillo por ejemplo, cómo eran, algunos incluso expresan palabras que ya no se escuchan, quizá sea bueno empezar por ahí con todos, desmintiendo entonces que tenemos razas autóctonas, por lo que nada de lo que existe es propio.
Algunas cosas seguramente se conservan con mayor autenticidad, como es el caso de la lengua, aunque hoy también hay que reconocer que tiene sus dialectales y eso por su puesto le pierde; aunque además de lo anterior, hay que agregar una especie de lengua indígena y español, lo que conocemos como spanglis, aquí podemos hacer o decir lo mismo pero las lenguas originarias con el español.
Por ejemplo en los nombres en el Tzotzil decir Chepil es José un apelativo es Chepe; Xun es Juan y aunque pareciera no tiene nada que ver, Jhon (Yon) es muy parecido; Marush es María; pero vamos más a fondo, los nombres aunque según de lengua indígena, estos no existían, todos los católicos.
Sus dioses no existen y hoy defienden al catolicismo como si se tratara realmente de ellos, nadie de los indígenas recuerda cuales eran los nombres de antes, tampoco saben cuáles eran sus dioses y sus costumbres ancestrales.
Teniendo un epilogo, solo basta decir que la resistencia indígena solo radica en la idea misma, pero su “eliminación” no será asesinándolos, sino realmente transformándolos en lo que hoy se está dando, una entronización de la tecnología y mercados, así como de partidos políticos, doctrinas religiosas y demás.
Funcionarios
Hay muchos funcionarios que han hecho un papel correcto más que otros, en un proceso de análisis, toca a la Secretaría de Salud, donde José Manuel Cruz Castellanos, es el titular de la dependencia, ¿Qué ha hecho en Chiapas? Aunque no directamente el sindicato, sí quienes lo conforman, reconocen que hay cambios positivos.
¿Que se tenía con Manuel Velasco por ejemplo? deudas, ausencia de medicamentos, hospitales inaugurados con paredes forradas de vinil que aparentaban en la imagen o video que había un centro hospitalario a la altura de los mejores del mundo, al terminar quitaban de las paredes lonas y el nivel y todo quedaba igual, es decir en nada.
Una sobrepoblación de trabajadores, como ingenieros, periodistas, abogados, maestros que laboraban como médicos y paramédicos, personas que si trabajan siendo médicos y con doble plaza, una en Comitán por ejemplo y la otra en Cintalapa, es decir imposible de cumplir con ambas.
El progreso ha sido bastante bueno, hoy esas plazas desaparecieron, medicamentos que empiezan a surtirse, material que ya no se roba, clínicas que realmente son rehabilitadas, no hay porque aplaudir al funcionario o gobernador, finalmente es su tarea y a eso llegaron, pero es claro que el único beneficiado es la población que requiere de todo esto.
La importancia de lo anterior, es que la salud es un pilar del cambio social, un desarrollo con justicia; si bien es cierto que no hay funcionarios castigados por el mal manejo de recursos y programas, es cierto también que si hay avances en lo que más urge al pueblo, que es atención médica.
El avance solo lo puede decir el paciente y sus familiares, si cree que se ha logrado un 10, 30, 50 o más por ciento, pero si queda de manifiesto que los 6 años de gobierno actual, no será suficiente para resarcir el daño ocasionado a la salud y economía de Chiapas.
Solo dos puntos más de referencia, según algunos trabajadores de farmacias en Tuxtla, el titular de Salud ha pasado a comprar medicamentos, no saben porque lo hace así, y posteriormente las entrega a familiares que están necesitándola, aunque no se convierte en noticia, si es preciso señalarlo porque cumple con el juramento hipocrático, el de ayudar a salvar vidas.
Y precisamente, de nada sirve tener clínicas sin médicos, o médicos sin medicinas, o las 3 al mismo tiempo; incluso médicos que no saben cómo ayudar a los enfermos, pero lo que se ha priorizado es el tema de la vida, y con eso no el funcionario, no el gobierno, si no el pueblo de Chiapas, se dice satisfecho.