Mary Jose Díaz / F&S
En un pronunciamiento firmado por el Arzobispo de la iglesia católica, Fabio Martínez Castilla, expresa su rechazo a atentar contra la vida y la dignidad de la persona, lo anterior en relación con la determinación de la Suprema Corte de Justicia que avala el aborto.
El documento difundido y denominado “La objeción de conciencia, ruta para defender la vida”, destaca su llamado a abrazar el derecho fundamental a la objeción de conciencia, como un rayo de esperanza en el que se puede sostenerse toda persona que tiene por convicción defender la vida y la dignidad de la persona, desde su concepción hasta su ocaso natural.
“Recordemos que este derecho nos enseña que cada uno de nosotros, en razón de nuestra libertad, puede decidir sobre actuar o dejar de hacer algo, apelando a las convicciones personales, como ejemplo podemos poner a un médico negándose a practicar un aborto porque a conciencia sabe que sería quitar una vida, lo cual lo llevaría a contradecir su propia razón de ser como profesional y como persona”, destaca.
Asimismo señala que ante el gris pragmatismo que experimentan muchas conciencias en nuestro país, el que el día 13 de septiembre se haya ratificado el derecho a la objeción de conciencia en la Suprema Corte, nos da la oportunidad a los creyentes y a todas personas de buena voluntad, de enfatizar nuestra convicción de formar nuestras conciencias en una ética basada en la recta razón que prioriza, por encima de todo, la vida y la dignidad de la persona.
Resaltó que esta es la oportunidad de hacer nuestro el consejo del Señor Jesucristo, que nos enseña a ser “mansos como las palomas, pero astutos como las serpientes”.
Por último, dijo que podrán aprobar y legitimar todas las leyes de muerte que quieran, pero jamás podrán obligarnos a cambiar nuestras convicciones; es por ello que hoy más que nunca nuestra ocupación ha de ser la de formar conciencias rectas desde el seno familiar, hoy la fuerza es la familia. La ignorancia es muy atrevida y a veces se vuelve ley, el antídoto es simple: la formación.